miércoles, 19 de enero de 2011

La masonería era política

Aure Terán Bazán

La Francmasonería, en sus principios, representaba a los albañiles o constructores que se encargaron de levantar grandes catedrales y otros edificios de envergadura que todavía existen junto a estatuas, murales y monumentos.
En su interior había principiantes, compañeros y maestros con jerarquía delimitada de forma estricta y según se obtenían los conocimientos en la construcción; eran necesarios algunos años –como siete, tres o menos– para pasar de uno a otro sector, previo examen de los postulantes.
Con el tiempo esas organizaciones gremiales se abrieron al ingreso de reyes, intelectuales, militares, sacerdotes, artistas y personajes principales de todas las ramas del saber, que pudieron ingresar como miembros y formaron las logias simbólicas, que adoptaron las herramientas de los constructores para forjar la doctrina masónica, cuya data se remonta a más de 4.000 años a. de C.
Entre sus formas de vida y principios, la masonería predicaba la libertad en todas las actividades humanas y las condiciones para su desarrollo, lo que la enfrentó a las dictaduras imperiales o de cualquier clase que afectaron esa libertad.
Fue entonces que para lograr ese derecho humano tuvo que ingresar a la lucha política y con todo éxito, pues se logró la Revolución Francesa con Rousseau, Montesquieu, Voltaire, Robespierre y otros filósofos que implantaron la libertad, la igualdad y la fraternidad, que aún son sus más importantes principios.
La masonería, diseminada entre los principales centros de tipo intelectual, artístico y cultural del mundo, siempre trató de imponer sus enseñanzas y buscar la perfección del hombre y de la sociedad toda, sabiendo que aquél es un animal perfectible.
Ingresó entre los colonos ingleses a Norteamérica y, tras gestar la revolución, logró la independencia de esa gran potencia en 1776; la mayoría de los que firmaron su Acta eran hermanos masones como Washington, Lincoln y otros.
En Latinoamérica imperaba la Colonia de España y con ayuda de los ingleses y otros se prepararon las luchas por la independencia, destacándose Martí en Cuba, Juárez en México, Miranda en Venezuela, San Martín en Argentina, O’ Higgins en Chile, además de Bolívar, Sucre, Olañeta y muchos más que lograron la liberación de los latinoamericanos para que vivan por su cuenta, en libertad y soberanía.
La masonería estuvo muchas veces junto a la ‘derecha’ y otras al lado de la ‘izquierda’. Sufrió toda clase de persecución y torturas, desde los caballeros de las Cruzadas hasta los mártires de Alemania, España e Italia. Fue excomulgada y tolerada por el mismo Vaticano, y subsiste como una de las principales religiones del mundo, gracias a su lucha por el hombre justo, correcto, sincero, bueno, solidario y perfecto.
Su doctrina es inigualable, surge desde la misma naturaleza, donde aparece el punto, la línea, la superficie y el volumen que produjeron la regla, la escuadra y la plomada, de tanto significado profundo y sencillo que conquistan a sabios y simples obreros.
Siendo de mucha jerarquía, debería salir a la luz pública de forma directa para corregir los errores que siempre existen en todas las actividades humanas, así como orientar y señalar caminos de bien y progreso.